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Por Robert VargasLa vida de muchas vueltas, y esta es una de ellas: el alcalde de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, sigue la misma senda que el ex presidente Danilo Medina. El comportamiento es totalmente idéntico. Medina se saltó procedimientos para imponer la construcción de la parada de autobuses al lado del Parque Natural Los Tres Ojos, y Jiménez lo imita en su afán por instalar un basurero (eufemísticamente llamado “relleno sanitario”) en el Parque Nacional Humedales del Ozama, en el entorno del sector El Tamarindo.
Cuando Medina colocó una cerca alrededor del estacionamiento del parque del Este para iniciar los trabajos de construcción de la parada de autobuses, el Ministerio de Obras Públicas no tenía aún una licencia de uso de suelo que, necesariamente, debería poseer, si el Concejo de Regidores se la otorgaba.Según han informado a Ciudad Oriental fuentes del Ayuntamiento, ya el personal bajo la dirección de Jiménez fue al lugar donde se planea instalar el basurero (“relleno sanitario”), a poca distancia del río Ozama, y hasta derribaron algunas alambradas.
Otro detalle que llama la atención es que, cuando el tema del uso de suelo para la construcción de la parada de guaguas al lado de Los Tres Ojos llegó al ASDE, lo hizo sin la documentación necesaria que le sirviera de sustento.
Carecía del necesario estudio de impacto ambiental que debería ser elaborado por el Ministerio de Medioambiente.
Y, fíjense qué cosa, Manuel Jiménez le ha solicitado al Concejo de Regidores que le apruebe el uso de suelo para la instalación de su basurero en el Parque Nacional Humedales del Ozama, sin presentar ningún estudio de impacto ambiental que fuera elaborado por el Ministerio de Medioambiente.Esos “errores” cometidos por el gobierno de Medina en la construcción de la terminal de autobuses del Parque del Este le sirvieron a Manuel Jiménez y a otros para ir a los tribunales y obtener ganancia de causa, tras el Tribunal Superior Administrativo ordenar la paralización de los trabajos de construcción de la parada de guaguas, lo que luego fue refrendado por el Tribunal Constitucional.
Sin embargo, Jiménez parece que aprendió bien aquella lección y continúa adelante con su plan de convertir una parte del Parque Nacional Humedales del Ozama en un basurero.
Solo que aquí el impacto del potencial desastre ecológico del proyecto auspiciado por Jiménez y Neney Cabrera, un hombre experto en el negocio de la basura, podría ser peor que la terminal de autobuses puesto que, a lo largo de los años afectaría el río Ozama.
