En los primeros 75 días del 2024 Abinader sumerge al país en una deuda insostenible

Por William Perdomo
En tan solo los primeros 75 días de este año 2024, el gobierno de Luis Abinader acumuló un déficit descomunal de RD$38,505.9 millones, una cifra escandalosa que augura un futuro sombrío de endeudamiento descontrolado.

Mientras la administración pública derrocha sin miramientos los recursos del Estado, son los sectores más vulnerables de la sociedad quienes cargan con la pesada factura del despilfarro gubernamental.

Ese déficit financiero abismal desde el 1 de enero hasta el 15 de marzo representa el 16.98% de la deuda proyectada para este año, eso es un escenario escalofriante de la irresponsabilidad fiscal que campea en la administración actual.

Resulta irónico que, pese a ejecutar un gasto total de RD$288,837.9 millones que excedió los ingresos en un 15.38%, sean los sectores más pobres y vulnerables quienes terminan pagando las consecuencias.

Estos datos están sustentados según un informe elaborado por la Dirección General de Presupuesto (Digepres).

La inflación está erosionando su ya magro poder adquisitivo, mientras que los subsidios del Plan Social de la Presidencia vía tarjetas y bonos no son más que parches electoreros que no resuelven las causas profundas.

Sin duda, la inflación acumulada golpea el poder adquisitivo de muchos y es el principal problema que enfrenta el Gobierno reeleccionista de Luis Abinader en este proceso electoral.

Pero la inflación afecta más a los sectores de bajos ingresos que a la clase media acomodada, bastión electoral del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Además, para contrarrestar el impacto negativo en los sectores de menores ingresos, el Gobierno ha expandido los subsidios con tarjetas y bonos.

El derroche se evidencia en la ejecución de solo RD$25,447.6 millones en gasto de capital, un raquítico 12.66% del monto proyectado de RD$200,920.6 millones para todo el año.

Una miseria comparada con los RD$74,142.5 millones pagados únicamente en intereses de la deuda pública, monto que representa el 104.8% de los préstamos desembolsados en ese período.

Este precipicio de endeudamiento desmedido, con un financiamiento ejecutado de RD$70,730.5 millones (20.50% del proyectado anual de RD$344,980.2 millones), no hace más que alimentar el clientelismo político en lugar de invertir en obras de verdadero impacto nacional.

Los RD$19,304.8 millones pagados por amortización de deuda son apenas el 27.29% del nuevo endeudamiento adquirido.

Es inaceptable que mientras los ingresos de los más pobres se diezman, el déficit del gobierno al recién 15 de marzo ya era de RD$35,636.7 millones, superando incluso la proyección anual de RD$33,504.7 millones.

Esta administración está hipotecando el futuro del país por sus mezquinos intereses electorales presentes.

Una vez más, los más pobres y desprotegidos pagan el costo de la irresponsabilidad fiscal reinante, hipotecando su ya precaria situación económica en aras de los despilfarros de una gestión pública desconectada de la realidad que vive la mayoría de los dominicanos