Por Robert Vargas Santo Domingo Este Durante su primer año de gestión, el alcalde del municipio Santo Domingo Este, (ASDE), Alfredo Martínez, ha confrontado una serie de traspies que lo han obligado a hacer ajustes que lo han dejado al desnudo como un gerente poco calificado para las delicadas funciones que está obligado a desempeñar hasta el 16 de agosto del año 2020.
Se suponía que antes de asumir el cargo, El Cañero había identificado al personal que integraría su gabinete para acompañarle a lo largo del período 2016-2020 para el que fue electo.
Él estaba en la obligación de conocer el perfil de cada uno. De no ser así, entonces él se revelaría como un pésimo gerente que podría encaminar el municipio más grande del país al desastre administrativo.
Veamos…
En los primeros días de gestión, El Cañero seleccionó para que fuera su Directora de Planeamiento Urbano a Miguelina Santana, pero esta le renunció antes de ser confirmada por el Concejo de Regidores.
En su lugar, Martínez designó a Kenya Yokaira Castro, a la que poco tiempo después canceló. Nunca quedaron claros los motivos de esa cancelación.
La vacante dejada por Castro fue llenada por el dirigente medio peledeísta Ysidro Romano Pillier, quien inició la gestión como Director de Ingeniería y Obras Municipales.
A Romano Pillier le sustituyó Carlos Vinicio Matos, quien inició la actual gestión como Director de Fiscalización y Supervisión de Obras.
Mientras que, la vacante dejada por Matos fue llenada por Mariana Brazobán.
Como se ve, desde el principio la “maquinaria” que estructuró El Cañero no se ajustó a la dinámica.
Pero el asunto no quedó ahí.
Por algún motivo, el Director de Informática, Francis Quezada Peña, decidió largarse del Ayuntamiento, por lo que Martínez se vio precisado a recurrir a Maximiliano Cabrera, quien siempre quiso desempeñar ese cargo.
En medio de la turbelencia inicial, el síndico sufrió la sensible pérdida de su mente más brillante: la del Secretario General Juan López, quien fue sustituido por Freddy Santana, quien hasta ahora no ha demostrado que tenga algún punto de comparación con su predecesor.
En la continuación de los tropiezos en el ASDE, el primer Director de Defensoría y Uso de Espacios Públcios, fue despedido por Martínez sin que nunca le informara los motivos al Concejo de Regidores.
A este Martínez lo sustituyó por Josué Gómez, quien fue su primer Director de Recursos Humanos.
El mes pasado, Gómez renunció y, junto a él, uno de sus asistentes, Wilfredo Francisco, luego que el síndico despidiera a 18 empleados de esa dependencia.
En lugar de Gómez, el alcalde designó Guillermo Castro Suárez, quien llega a esas delicadas funciones desde una oficina de cobros compulsivos que es temida por los munícipes y alrededor de la cual se tejen múltiples historias, ninguna bella.
Por otra parte, hace varias semanas, El Cañero cesó en el puesto al Gobernador del Palacio Municipal, Roberto Espinal, porque, supuestamente, este se rióde la impericia aparente por parte de técnicos que intentaban poner en funcionamiento el sistema de aire acondicionado valorado en casi 100 millones de pesos.
Como parte de estas piruetas gerenciales de Alfredo Martínez, hace poco sacó a Isidro Galán , del Departamento de Bienestar Social y se lo llevó a la Dirección Inmobiliaria.
Por Galán colocó en Bienestar Social a Fátima Melo, que llega desde las Juntas de Vecinos.
Más recientemente, Alfredo Martínez, según distintas fuentes, removió a Branlis Quezada, uno de sus funcionarios estrellas, de la Dirección Financiera, y lo cambió por el Director de Ingresos Municipales, Félix Antonio Martínez.
¿Quién es el “malo” de la película?
A pesar de todo, el pasado 16 de agosto el Alcalde, cuando rindió cuentas ante decenas de personas, que no ante el Concejo de Regidores, se mostró orgulloso del equipo que le ha acompañado y atribuyó a él sus logros ¡!¿?.
Si hubo tantos logros positivos, según él, ¿cómo es posible que se produjeran tantas cancelaciones, renuncias y remociones?
Muchos de estos “logros positivos” están relacionados con la ejecución de obras de infraestructuras y servicios que el alcalde se muestra tímido para pagar a quienes las ejecutaron.
¿Cuál es la percepción creciente?
No hay que dar muchas vueltas, todos quienes conocen las interioridades del ASDE atribuyen al síndico una presunta carencia de capacidad gerencial que lo ha llevado a cometer un traspies tras otro.
El Cañero quiere transmitir la impresión de que todos sus subalternos que ha cesado son incapaces y el único capaz es él, pero ya comienza a percibirse que allí lo que hay es un “arroz con mango” con una multitud de “jefes” y una aparente incapacidad del síndico para coordinar de manera efectiva a su gabinete.
La percepción de incapacidad se acentúa cuando se filtra que El Cañero empuja a la ruina a una gran cantidad de suplidores a quienes no les paga lo que le debe el ASDE.
Esto sin contar con que también se resiste a pagar las prestaciones laborales a muchos ex servidores de la alcaldía.
Por ahí vienen más ruidos
La remoción de Branlis Quezada de la Dirección Financiera se produce en momentos en que a los regidores han comenzado a llegarle informaciones de que, supuestamente, el síndico estaría usando parte del dinero presupuestado para servicios para ser usado en el pago de la nómina. Esto es muy peligroso.
¿En conclusión…?
No parece que la actual gestión del ASDE tenga un norte claramente definido.
Todas las apariencias llevan a generar la percepción de que el alcalde Alfredo Martínez carece de la capacidad gerencial necesaria para conducir el Ayuntamiento de Santo Domingo Este y, en consecuencia, él podría tener la tendencia de culpar a otros de las consecuencias de sus aparentes incapacidades.
El ASDE parece que le queda muy grande, o todavía no estaba preparado para afrontar una empresa de esa magnitud.
¿Por qué en el Concejo de Regidores no se trata todo esto a profundidad y con coherencia?
Trate Usted de aportar la respuesta, por favor.