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Por Robert Vargas¿Será posible que Alfredo Martínez podría estar dispuesto a regresar sobre sus palabras, eventualmente abandonando a Reynaldo Pared Pérez, y, si fuera necesario, correría a montarse en el “tren de la reelección” de Danilo Medina?
Todo es posible en este mundo político nuestro.¿Dejará Alfredo Martínez a Reynaldo Pared para irse con Danilo Medina?
Ayer, durante la inauguración de la línea 2B del Metro de Santo Domingo llegué a pensar que El Cañero llegaría a exclamar “¡Danilo, cuatro años más!”, pero no fue así, pero dio la impresión de que faltó poco para que lo dijera.
La invitación que le hicieron para que fuera hoy al Palacio Nacional acentúa mi percepción.
Martínez corrió (literalmente) a la mansión presidencial, donde fue llamado “por el Número 1“, según supo Ciudad Oriental.
Unos dicen que el llamado a Palacio sería por unas supuestas situaciones no claras con la Contraloría General de la República.
Sin embargo, otros niegan rotundamente esa versión y aseguran que la “invitación del Número 1” estuvo motivada por el discurso que El Cañero dio ayer en la estación “Concepción Bona“, del Metro.
El discurso de El Cañero le pareció algo extenso a los reporteros que estaban junto a mi, aunque el persidente estaba complacido.
Tan complacido estaba con lo que decía el alcalde de Santo Domingo Este de la gestión de Medina, que este lo citó cuando le corerspondió el turno de hablarle al público.
-“¡Adelante señor presidente! ¡Adelante señor presidente! ¡Adelante! ¡Que Dios me lo bendiga!¡Gracias porque el pueblo lo eligió a usted como presidente de la República el pasado 16 de mayo del 2012! Ha elegido al hombre más sensato, al hombre más sencillo, al hombre que ha generado bienestar colectivo para todos y para todas. ¡Muchas gracias! ¡Que Dios me le bendiga!”, exclamó Martínez en una parrafada improvisada cargada de gestos, con brazos y puños en alto.
Después, El Cañero se dirigió directamente hacia donde estaba el presidente, quien le sonrió gustoso y, con su mano derecha, le apretó la mano similar del alcalde quien emocionado todavía, agarró la mano derecha del presidente y le “jamaquió” el antebrazo en once ocasiones, según pude contar al observar al vídeo.
El alcalde es una persona bastante expresiva, que gusta de elevar los puños y los brazos y convertir palabras comunes en “expresiones tónicas”, aportando un énfasis sobre natural en las terminaciones de las oraciones que él emplea y que considera deben tener la mayor carga comunicativa.
Al presidente Medina parece que le gustó esa actuación del síndico, sobre todo, porque él mencionó una gran cantidad de obras ejecutadas por el gobierno de Medina y habló de los miles de millones de pesos que han sido invertidos en Santo Domingo Este.
Así las cosas, y dada la parrafada de más arriba, solo le faltó al Cañero pedirle que opte por la reelección.
Claro está, Martínez ya se colocó del lado de Reynaldo Pared Pérez, quien aspira a suceder a Medina en la Presidencia de la República.
Sin embargo, dependiendo de la dirección del viento, él podría arreglar las velas de su embarcación para navegar mejor en el camino de la busqueda de su propia reelección en la alcaldía.
Un detalle interesante es que Medina, en su discurso, recordó que quien le dirigió la campaña electoral en el año 2011 fue el ahora difunto Juan de los Santos por lo que, en caso de que el “tren de la reelección” no se detenga, él (Medina), necesitaría un estratega en este municipio, el mayor de la República Dominicana.
¿Podría El Cañero ser el sustituto ideal de Juancito en esa tarea?
Eso está por verse, puesto qué él carece del “ángel” que tenía el difunto y parece estar enemistado con una gran cantidad de líderes locales.
Lo que sí es rigurosamente cierto es que El Cañero elevó ayer hasta la cima la obra de gobierno de Medina.
¿Porqué y para qué lo hizo?
En política y en actos como el de ayer, las casualidades en los discursos no parece que sean muy comunes.
