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Santo Domingo Este, 23 de septiembre de 2019.- Con la lectura del evangelio y una breve explicación sobre nuestra Señora de las Mercedes, dimos inicio esta semana a nuestra acostumbrada izada de bandera en el Liceo Juan Pablo Duarte del residencial Amalia en Santo Domingo Este, iniciativa que se lleva a cabo cada lunes por disposición de la Comandancia General de la Fuerza Aérea de República Dominicana.
La comitiva que esta vez asumió la responsabilidad de compartir con jóvenes estudiantes este momento de gran valor para su formación, estuvo encabezada por la Coronel Psicóloga Daisy del Carmen Batista Filpo, Directora de Cultura; el Coronel Ingeniero José A. Pérez Baquero, Subdirector de Proyectos y Programas; la Teniente Coronel Piloto María Tejada Quintana, Subdirectora de Relaciones Públicas y Asuntos Cívicos-Militares; la banda de música de la FARD, y los soldados asignados para llevar a cabo esta acción.
Finalizada la interpretación del Himno Nacional, la Coronel Batista Filpo interactuó con los estudiantes sobre la vida y hazañas del patricio Juan Pablo Duarte, instándolos a ser buenos administradores como él. Les habló también sobre la importancia que tiene y tuvo Dios en las acciones realizadas por la sociedad secreta «La Trinitaria» y enfatizó el valor y sentido que tiene la biblia en nuestro escudo.
El Liceo Juan Pablo Duarte se rige por normas que procuran, además de ofrecer una buena enseñanza académica, reforzar la fe religiosa y los valores que como ciudadanos de bien nos comprometen con nuestra nación. Sus 800 alumnos cada día comparten un fragmento del evangelio y luego realizan su acostumbrado acto cívico.
Miguel De los Santos, director de este centro educativo, expresó que está convencido de que las enseñanzas que promueven en el acto cívico, dejan sus frutos en los alumnos, ya que durante los encuentros en los pasillos son ellos quienes le recuerdan en sus conversaciones las lecturas y aprestos que día a día allí se comparten y esto le satisface grandemente.
Finalizado el acto, los estudiantes debidamente formados y al ritmo de las melodías contagiosas de la banda de música de la FARD, se dirigieron a sus respectivas aulas para recibir como cada día el pan de la enseñanza.
