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Esta fuerte posición del Alcalde ha provocado una reacción inmediata de la Confederación de Pastores de San Antonio de Guerra. En un comunicado, los líderes religiosos exigieron que Rojas le pida perdón al pueblo y a Jesucristo por las acusaciones que ha hecho contra la iglesia cristiana. Según ellos, el Alcalde ha declarado que los cristianos "viven jodiéndolo y pidiéndolo".
La Confederación de Pastores dejó en claro que ellos no son empleados del Alcalde, sino de su "misma empresa", y que nunca han molestado a Rojas. Recalcaron que la persecución que el Alcalde está llevando a cabo en contra de la iglesia debe detenerse de inmediato.
Cuando se le consultó sobre el tema, el Alcalde Rojas reafirmó su posición y negó haber hecho tales declaraciones en contra de los cristianos. Aseguró que su gobierno mantendrá una estricta separación entre la Iglesia y el Estado en San Antonio de Guerra.
Los líderes religiosos, por su parte, insisten en que Rojas debe disculparse públicamente y poner fin a lo que ellos consideran una "campaña de hostigamiento" contra la comunidad evangélica de la ciudad.
La tensión entre el Alcalde y la Iglesia amenaza con escalar aún más si no se encuentra una solución dialogada y respetuosa de los derechos de todos los ciudadanos de San Antonio de Guerra.
