San Isidro: Esta mañana, un operativo conjunto de efectivos militares y agentes policiales llevó a cabo el desalojo de cientos de familias en la comunidad de San Isidro, en el distrito municipal de San Luis. La medida se ejecutó en el marco de un proyecto de desarrollo que involucra terrenos recientemente donados por el Banco de Reservas al Consejo de Desarrollo San Isidro, presidido por el Lic. Juan Francisco Polanco. Los terrenos, que suman 26,800 metros cuadrados, están destinados para la construcción futura de un polideportivo, un parque central y un Palacio Municipal.
El desalojo, que comenzó en las primeras horas de la mañana de este martes, resultó en la demolición de numerosas viviendas. Según testimonios de los afectados, las viviendas fueron derribadas con mandarria mientras las familias eran obligadas a abandonar sus hogares. Los desalojados reportaron que el procedimiento se llevó a cabo de manera violenta, con empujones y el uso de bombas lacrimógenas.
La situación en el terreno de San Isidro fue especialmente conmovedora, ya que muchos de los desalojados eran mujeres y niños que quedaron desamparados. En la escena se vivieron momentos de gran angustia, con mujeres y niños llorando por la pérdida repentina de sus viviendas. Las imágenes de esta mañana reflejan un panorama de desesperación y desolación entre los residentes.
El Consejo de Desarrollo San Isidro justificó el desalojo alegando que la acción era necesaria para iniciar los trabajos de infraestructura planificados. El proyecto tiene como objetivo mejorar la calidad de vida en la comunidad a través de la creación de espacios recreativos y administrativos. Sin embargo, la medida ha suscitado controversia y malestar entre los residentes afectados.
Organizaciones sociales y defensores de los derechos humanos han criticado duramente la forma en que se llevó a cabo el desalojo. Argumentan que la acción no solo fue intempestiva sino también desproporcionada, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la comunidad. Estas críticas resaltan la necesidad de una planificación más inclusiva y humana en futuros proyectos de desarrollo.
En medio de esta crisis, se ha hecho un llamado a las autoridades locales y al Banco de Reservas para que brinden asistencia inmediata a las familias desplazadas. Mientras tanto, la comunidad de San Isidro enfrenta un periodo incierto, esperando que se puedan encontrar soluciones justas y humanas para los afectados por esta drástica medida.