En San Isidro, los residentes se han levantado en protesta contra la alcaldesa Wendy Cepeda, quien ordenó un desalojo masivo en la zona. Según los manifestantes, Cepeda ha traicionado a la comunidad, ya que habían respaldado su candidatura en el distrito municipal San Luis. Los afectados sostienen que la alcaldesa envió a la policía para demoler sus viviendas, conocidas localmente como "ranchetas", sin previo aviso ni alternativas adecuadas.
La indignación entre los residentes es palpable, y han decidido llevar su reclamo al Palacio Presidencial. Planean protestar frente al presidente Luis Abinader en busca de su intervención y para que el mandatario llame la atención de la alcaldesa Wendy Cepeda. Los manifestantes esperan que el presidente actúe para presionar a Cepeda y resolver la situación que ha generado gran malestar en la comunidad.
La situación ha resaltado las dificultades de la gestión de Cepeda, quien enfrenta críticas por la forma en que ha manejado su administración en sus primeros 100 días. Los residentes de San Isidro exigen una respuesta inmediata y soluciones efectivas para los problemas generados por el desalojo.
El descontento creciente pone en evidencia la necesidad de una revisión de las políticas locales y una mayor sensibilidad hacia las condiciones de vida de los ciudadanos afectados. La protesta en el Palacio Presidencial es un intento de los residentes por obtener justicia y restaurar la confianza en la administración municipal.