Por Diego Torres
En Santo Domingo Este, se está viviendo una situación preocupante en varias localidades. En la zona de Guerra, la construcción de grandes zonas francas destinadas a la mano de obra haitiana ha provocado una escasez de empleo para los dominicanos locales. Esta problemática ha sido ignorada por las autoridades, incluyendo al alcalde César Rojas, quien ha tenido conflictos con las iglesias y ha hecho declaraciones controvertidas sobre los religiosos.
Por otro lado, la Caleta de Boca Chica se encuentra en un estado de abandono debido a la falta de empleo, especialmente en la playa, donde el turismo se está alejando debido a la carencia de servicios adecuados. En San Luis, los recursos de la junta municipal resultan insuficientes para mantener un equilibrio adecuado con la población local, mientras que en Guerra, los recursos disponibles parecen ser mal distribuidos, beneficiando solo a un pequeño grupo.
A pesar de las visitas frecuentes del presidente Luis Abinader a estos sectores empobrecidos, parece que no está al tanto de la gravedad de la situación en San Luis, Guerra y Boca Chica. La falta de atención y la ineficacia en la gestión de los recursos están exacerbando las dificultades económicas y sociales de estas comunidades.