Por Diego Torres
En los pueblos de San Luis y Guerra, la crisis de agua está afectando gravemente a la población, a pesar de que ambas localidades cuentan con pozos de agua fresca. Esta sequía ha empeorado la situación en estos pueblos, donde las empresas que se benefician del agua no están contribuyendo adecuadamente con los impuestos, lo que agrava aún más la situación. El ministro encargado se ha mantenido inactivo, lo que ha generado frustración entre los habitantes. Estos pueblos, aunque pobres, albergan empresas ricas que parecen aprovecharse de los recursos hídricos sin devolver lo necesario para el bienestar de la comunidad.