VIDEO PRM Enfrenta Problemas Internos en Santo Domingo Este y San Antonio de Guerra"

La situación del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Santo Domingo Este, Guerra y otras localidades está fuera de control. La mayoría de los dirigentes del partido no están trabajando, y la militancia se encuentra cada vez más desesperada. Mientras tanto, el presidente de la República, Luis Abinader, parece mantenerse de brazos cruzados, sin poder intervenir para resolver los problemas internos de su propio partido.

La base del PRM, dividida y llena de frustración, se está desgarrando, y la creciente tensión está generando un ambiente de odio y desconfianza dentro de las filas del partido. La falta de una respuesta efectiva de Abinader ante esta crisis podría tener consecuencias graves para la estabilidad del PRM en las próximas elecciones...

El senador del Gran Santo Domingo, Antonio Taveras, ha desaparecido de la escena política como por arte de magia luego de haber obtenido la reelección para regresar al Congreso. Su inesperada ausencia ha generado sorpresa y desconfianza entre sus seguidores y la opinión pública, quienes esperaban un mayor compromiso y presencia por parte de su representante. Esta situación ha dejado a muchos cuestionando su falta de acción y visibilidad tras conseguir su reelección.

las crisis políticas más relevantes que enfrenta el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el presidente Luis Abinader en este momento. La frustración de los partidos aliados tiene su raíz en las expectativas no cumplidas que se generaron durante los acuerdos previos a las elecciones, donde se prometieron cargos, beneficios y participación en decisiones clave. Sin embargo, la realidad ha sido diferente para muchos de esos partidos aliados.

La falta de cumplimiento en cuanto a nombramientos o a la inclusión de sus representantes en cargos importantes ha provocado malestar. Esto es especialmente cierto para aquellos aliados que no han visto reflejada su participación en el gobierno, a pesar de haber jugado un papel crucial en la coalición electoral que llevó a Abinader al poder.

El descontento entre estos aliados podría tener implicaciones serias para la estabilidad política del gobierno, ya que se sienten traicionados y ven sus intereses marginados. Para el PRM, esto representa una difícil coyuntura, ya que la cohesión de su coalición es clave para mantener el respaldo en el Congreso y en otros sectores de poder.

El desafío para Abinader será equilibrar las demandas internas del PRM con las promesas hechas a los partidos aliados, ya que una mayor insatisfacción podría traducirse en una erosión de su base política y, a largo plazo, afectar su capacidad de gobernar eficazmente.