Adiós a Pililo Reyes Acona: Un Hombre de Lucha y Ejemplo para las Generaciones"

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La Muerte de Pililo Reyes Acona: Un Legado de Trabajo y Humildad

Por Diego Torres 

Santiago..fallecimiento de Pililo Reyes Acona, conocido cariñosamente como "Pililo", dejó una profunda tristeza en su familia y en la comunidad de San Luis, así como en el Rubío de San José de la Mata, donde fue un hombre muy querido. Pililo, quien era tío de Diego Torres, falleció el día de ayer en Santiago, después de permanecer durante cinco días bajo cuidado médico. Su muerte es un triste adiós, pero su vida está llena de recuerdos y un legado imborrable de lucha, trabajo y humildad.


La Historia de Pililo: Un Hombre de Lucha y Esfuerzo

Pililo nació en el Rubío, un pequeño poblado en San José de la Mata, donde creció en una familia que siempre luchó por salir adelante. La historia de Pililo está marcada por la perseverancia desde su juventud. Durante la Guerra del 65, él, al igual que su hermana Plácida Reyes Azcona, conocida como Simeona, se trasladó a la capital, Santo Domingo, buscando nuevas oportunidades en medio del conflicto. Fue en esta época cuando Pililo llegó a vivir en la zona del Cabreto, en el sector del Naranjo, en el distrito municipal San Luis, junto a su hermana y otros familiares.


Su Encuentro con Nila y su Trabajo en la Comunidad 

En el Cabreto, Pililo conoció a Nila, una joven originaria de Bayaguana, con quien compartió una larga relación de noviazgo. Nila provenía de una familia humilde de los Hidalgo de Bayaguana, y siempre destacó que Pililo fue un ejemplo de dedicación y trabajo para ella y su familia.


Pililo se desempeñó en varios trabajos, siempre en áreas relacionadas con el esfuerzo físico y el servicio a la comunidad. En sus primeros años en la capital, trabajó en la palizada de la familia Torres, donde se hizo muy conocido y respetado. También laboró como Guardiacapetre en el ingenio de la zona del Naranjo, una tarea que implicaba cuidar los cañaverales y la colonia, protegiendo los cultivos de incendios y otros peligros. Además, desempeñó funciones de guardabosques, un trabajo que requería gran dedicación para cuidar los recursos naturales del lugar.


La Pérdida de sus Hermanos y su Regreso al Rubío

La vida de Pililo estuvo marcada por varias pérdidas significativas. Uno de los momentos más dolorosos fue la muerte de su hermano Cheché Reyes Acona, quien también fue una figura importante en la comunidad, ejerciendo como alcalde de la zona Naranjo. La partida de Cheché, debido a un infarto, dejó un vacío en la vida de Pililo. También vivió la pérdida de su hermano fonso, lo que le causó un gran dolor. En su desesperación tras la muerte de fonso, Pililo vendió su caballo y expresó a su hermana Plácida Reyes Acona, conocida como Pinina, que deseaba regresar al Rubío, su tierra natal.


Regreso al Rubío: El Refugio en la Montaña

Tras la muerte de sus hermanos, Pililo decidió regresar a su pueblo, el Rubío, y construir una casa en la montaña, en un lugar tranquilo y apartado frente al Pico de Rubio. En esta zona vivió con dos de sus hermanos, Daniel y Nana. Daniel era barbero y Nana se dedicaba a la agricultura. En su hogar en la montaña, Pililo encontró un espacio para la paz, donde pudo continuar su vida, lejos de las preocupaciones de la ciudad.


Una Familia Ejemplar

Pililo tuvo dos hijos, Narciso (conocido como Chipa) y Ñañe, quienes se destacaron por ser jóvenes respetuosos, trabajadores y muy queridos por todos los miembros de la familia Torres Reyes Acona. Chipa y Ñañe crecieron bajo el ejemplo de su padre, quien siempre les inculcó los valores de la humildad y el esfuerzo. Aunque Pililo pasó muchas dificultades a lo largo de su vida, siempre se mostró como un hombre de principios, que creía firmemente que con trabajo y dedicación se podía superar cualquier adversidad.


Legado y Despedida

Pililo Reyes Acona ha dejado una huella indeleble en las personas que lo conocieron. Su vida fue un testimonio de humildad, lucha y dedicación, y su partida deja un vacío que será difícil de llenar. Sin embargo, su legado perdura en su familia y en la comunidad que lo vio crecer y trabajar incansablemente.


Como dice el dicho popular, "el que viene, se va", y así fue como Pililo, tras muchos años de trabajo y sacrificio, partió a su encuentro con Dios. Sin embargo, su recuerdo vivirá por siempre en los corazones de quienes tuvieron la suerte de conocerlo.


Hasta siempre, querido Pililo. Tu legado de trabajo, humildad y ejemplo perdurará para siempre.

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