Por Diego Torres
Santo Domingo Este..la fotografía que ustedes observan, se encuentra "El Poli", un hombre de fe y dedicación, acompañado de su hijo, Héctor Luis, y su nieto, mientras disfrutan de un día en la finca de Antonio Infante. Este es un momento significativo en la vida de El Poli, quien, luego de entregar su vida y su arma a Dios, se dedica cada sábado a enseñar a su hijo y su nieto sobre la palabra de Dios y la importancia de servir a la comunidad.
El Poli, conocido por su profunda fe, es un hombre que no solo se dedica a la agricultura y la ganadería, sino que también utiliza los recursos que Dios le ha otorgado para ayudar a los más necesitados. En su finca, donde cría cerdos, vacas y caballos, también cultiva alimentos, los cuales distribuye entre las personas de escasos recursos, como un acto de generosidad, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, quien repartió pan entre los hambrientos.
Un Hombre Transformado por la Fe
Antes de convertirse en un hombre de fe y servicio, El Poli tuvo una vida vinculada a la policía, donde desempeñó su rol como oficial. Sin embargo, un profundo cambio espiritual lo llevó a entregar su vida y su arma a Dios, buscando una vida de paz y servicio. Esta transformación le permitió ser una influencia positiva en su comunidad y un referente de rectitud, amor y dedicación a la fe. Hoy, es una persona completamente comprometida con la enseñanza de valores cristianos y la ayuda a los más necesitados, actuando como un verdadero líder espiritual.
El Poli como Líder Espiritual y Comunitario
El Poli no solo es un hombre de familia y campo, sino también un líder espiritual muy respetado en Santo Domingo Este. En sus oraciones, pide la protección de la comunidad, especialmente en tiempos de dificultades como las posibles hambrunas. En sus peticiones, ora fervorosamente por el bienestar de la región, deseando que el Señor Jesucristo tome control de la situación y proteja a todos los habitantes del municipio. Esta actitud refleja su amor y preocupación por su gente y su fuerte deseo de ver prosperidad, paz y unidad en su comunidad.
Cada sábado, El Poli organiza un espacio para la oración y reflexión junto a su hijo y su nieto. A través de estos momentos, transmite enseñanzas sobre la fe, la importancia del trabajo honesto, el amor al prójimo y la generosidad, todo en un ambiente familiar lleno de devoción y aprendizaje. Este acto de compartir el tiempo en oración y trabajo es parte de un legado que El Poli espera que continúe por generaciones.
Generosidad y Solidaridad: Un Ejemplo a Seguir
El Poli ha dedicado su vida no solo a sembrar alimentos en su finca, sino también a compartirlos con quienes más lo necesitan. La generosidad es una de las características que más lo define. Él sigue el ejemplo de Jesucristo, quien compartió pan con los hambrientos, y asegura que su finca se convierte en una fuente de recursos para aquellos que están en situaciones difíciles. En lugar de acumular riqueza material, El Poli prefiere repartir lo que tiene, actuando con humildad y altruismo.
Este acto de servicio va más allá de lo físico: El Poli considera que la verdadera riqueza radica en la acción y en compartir el amor con los demás. Su generosidad no solo se limita a los alimentos, sino también al apoyo emocional y espiritual que ofrece a los demás, sin esperar nada a cambio.
Un Legado de Fe y Solidaridad
A través de su vida, El Poli ha predicado y vivido la palabra de Dios, siendo un ejemplo tangible de lo que significa tener fe en acción. Su vida, dedicada al servicio de los demás y a la enseñanza de valores espirituales, se ha convertido en un referente para su familia y su comunidad. En su ejemplo, tanto su hijo Héctor Luis como su nieto aprenden a valorar el trabajo, la fe y la importancia de servir a los demás.
En definitiva, El Poli no solo es un hombre de campo, sino también un hombre de corazón generoso, un líder espiritual y un fiel seguidor de Cristo. Su vida es un testimonio de fe, amor y solidaridad, que inspira a aquellos que tienen la fortuna de conocerlo. Su influencia perdura, pues no solo predica, sino que vive los principios cristianos, convirtiéndose en un verdadero pilar para su familia y su comunidad.