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República Dominicana: Un País de Playas para Extranjeros y Campos Olvidados para los Ciudadanos"
Por Diego Torres
Bayaguana y San Antonio de Guerra. situación de los sectores más empobrecidos en la República Dominicana, especialmente aquellos vinculados a la agricultura y los barrios rurales, sigue siendo un desafío sin solución efectiva. A lo largo de los años, los gobiernos han mostrado poca conexión con las necesidades de estos sectores. En lugar de invertir en el campo y en las comunidades rurales, muchos presidentes se han centrado en iniciativas que benefician a una élite, como el desarrollo de proyectos turísticos y la urbanización de zonas costeras.
Mientras se destinan recursos para limpiar playas y promover el turismo, los problemas fundamentales de la agricultura y el bienestar de los barrios siguen sin resolverse. La falta de apoyo a los agricultores y a las zonas rurales ha generado un vacío de desarrollo en muchas de estas áreas, que a menudo cuentan con un potencial productivo que podría beneficiar a la economía nacional, pero que no se ha aprovechado adecuadamente.
El campo dominicano tiene la capacidad de ser autosuficiente en cuanto a alimentos, e incluso de exportar productos agrícolas que beneficiarían tanto a la población local como al país en general. Sin embargo, la desconexión entre los responsables del gobierno y las necesidades reales de los campesinos se mantiene. A pesar de que el presidente Luis Abinader ha nombrado buenos funcionarios en su equipo, algunos asesores no están atendiendo las necesidades más urgentes del sector agrícola ni de las comunidades más pobres. Un ejemplo claro de esto es el papel del FEDA (Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario), que muchos consideran que no está cumpliendo con su función de apoyar a los agricultores de manera efectiva.
A diario, se siguen reportando las dificultades que enfrentan los ciudadanos que viven en áreas rurales y los barrios periféricos de las grandes ciudades. Estos ciudadanos, que son los que realmente sostienen la economía con su trabajo en los campos, están siendo ignorados por el sistema. Los problemas de infraestructura, el acceso limitado a recursos y las políticas ineficaces afectan directamente su calidad de vida.
Es importante que los gobiernos, incluyendo el actual, cambien el enfoque y se comprometan realmente con el desarrollo agrícola y rural, no solo para la producción de alimentos para consumo local, sino también para fomentar la exportación y garantizar la seguridad alimentaria. La inversión en estos sectores tendría un impacto positivo en la economía del país, generando empleo y riqueza para los dominicanos en general.
Lo que está sucediendo actualmente es que, mientras se da prioridad al turismo y a ciertos proyectos que benefician principalmente a la clase alta, los problemas del campo y de los barrios marginados siguen sin ser atendidos de manera adecuada. Como ciudadanos, es fundamental seguir exigiendo a nuestros representantes políticos que trabajen en soluciones reales y efectivas para todos, especialmente para aquellos que más lo necesitan.
Este texto proporciona más detalles y contexto sobre los problemas que mencionabas y resalta la importancia de enfocarse en la agricultura y los sectores rurales para lograr un desarrollo más equitativo en la República Dominicana.
