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Mamá Tingo: La Mujer que Desafió el Poder y Marcó la Historia de la Lucha Social en RD
Por Sheila Martínez
Ella era una persona trabajadora, vendía leña a las panaderías y carne para criar dignamente a sus hijos”, refiere al remembrar la disputa de su tierra con el terrateniente Pablo Díaz, luego que ella pusiera una querella en su contra y ordenó su muerte a través del capataz Ernesto Díaz (Turín).
Mamá Tingo, cuyo verdadero nombre era Anastacia Caraballo, fue una destacada líder campesina de la República Dominicana que se hizo conocida por su incansable lucha en defensa de los derechos de los campesinos y de la tierra. Nació en la región de Yamasá, en la provincia de Monte Plata, en 1930, y se convirtió en un símbolo de la resistencia campesina ante las injusticias sociales y la explotación de los terratenientes.
Su historia es profundamente significativa, ya que Mamá Tingo defendió ferozmente a los campesinos de su comunidad contra el despojo de tierras y las condiciones precarias en las que vivían. Durante décadas, los terratenientes y empresarios del área intentaron despojar a los campesinos de sus terrenos y explotaron su trabajo sin ninguna compensación justa. Mamá Tingo se levantó en defensa de la tierra que pertenecía a las familias de los campesinos y organizó a su comunidad para luchar contra las injusticias que sufrían.
En 1974, durante un intento de resistencia a un desalojo forzoso de campesinos en la zona de Yamasá, Mamá Tingo fue asesinada. Su muerte se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de los más pobres y marginados, y su sacrificio visibilizó las grandes desigualdades sociales y económicas que existían en el campo dominicano.
El legado de Mamá Tingo trasciende su muerte. Fue una mujer valiente que, a pesar de las adversidades, luchó por un mundo más justo para los campesinos, especialmente en una época en la que las mujeres tenían un papel mucho más limitado en la sociedad dominicana. Su ejemplo de lucha ha sido fuente de inspiración para numerosas mujeres y líderes comunitarias que, al igual que ella, se han levantado contra la injusticia.
El caso de Mamá Tingo también refleja la necesidad de una reforma agraria en la República Dominicana, que permita una distribución más justa de la tierra y promueva mejores condiciones para los trabajadores del campo. Su historia ha sido estudiada y es recordada como un ejemplo de coraje, perseverancia y moralidad. A lo largo de los años, su figura ha sido reivindicada por organizaciones campesinas y feministas, y su nombre se ha convertido en un emblema de la lucha por los derechos humanos, la igualdad y la justicia social en el país.
La memoria de Mamá Tingo sigue viva en el corazón de aquellos que continúan luchando por la tierra, por los derechos de los campesinos y por una sociedad más equitativa. Su ejemplo demuestra que, aunque a veces el sacrificio sea grande, la lucha por la justicia siempre tiene un impacto duradero.
