De la Tierra al Éxito: La Visita Emotiva de Valentín Tavárez al Poeta del Cuartucho"
Por Diego Torres
San Antonio de Guerra. En el año 2005, Armando Moquea, conocido como "El poeta del cuartucho" en San Antonio de Guerra, vivió uno de los momentos más significativos y emocionantes de su vida cuando recibió una visita especial: la del sicólogo, joven empresario y pastor cristiano Valentín Tavárez. Este encuentro no ocurrió en un lugar cómodo o lujoso, sino en el humilde cuartucho donde Armando se dedicaba a escribir día y noche. Fue allí, en ese espacio sencillo, donde el poeta recibió a Tavárez, quien vino a rendirle un homenaje personal a él y a su madre, una de las figuras más importantes en su vida.
Armando, quien también fue un destacado maestro en la Escuela Principal de Guerra, siempre mostró un profundo respeto por la gente de su comunidad y aquellos que, como Valentín, habían logrado grandes cosas a pesar de las adversidades. Armando veía en Valentín un ejemplo de superación y orgullo para San Antonio de Guerra, un joven que, a pesar de haber nacido y crecido en San Luis, un lugar humilde, había logrado destacarse como empresario y líder religioso. Valentín, quien provenía "de la pata de los bueyes del lodo", como comúnmente se dice para referirse a alguien que ha luchado duramente desde abajo, personificaba una historia de esfuerzo, fe y éxito personal.
Durante esta visita, Armando expresó su gratitud hacia Valentín por tomarse el tiempo para ir a visitarlo a él y a su madre. En sus palabras, destacó que este gesto de ir hasta su cuartucho para rendirle homenaje fue una muestra de humildad y amor genuino por su amistad y su trabajo. Para Armando, esta visita fue mucho más que un simple acto social; fue una forma de reconocimiento a su esfuerzo como escritor y, sobre todo, a su dedicación a su comunidad. No era común que alguien con el reconocimiento de Valentín viniera a un lugar tan sencillo, lo que hizo que ese gesto fuera aún más especial.
Por su parte, Valentín Tavárez, que a pesar de su éxito como empresario y pastor cristiano, nunca olvidó sus orígenes humildes, encontró en Armando un hombre de gran valor humano y una fuente de inspiración para su propia vida. El poeta Moquea, quien a lo largo de los años había publicado varios libros que tocaban las fibras más profundas de la vida y la existencia humana, siempre fue un hombre comprometido con su comunidad, con la educación y con el servicio a los demás.
La visita de Valentín Tavárez a Armando Moquea en el 2025, en el humilde cuartucho, no solo fue un homenaje a la trayectoria del poeta, sino también una celebración de la amistad, la solidaridad y el compromiso con el bienestar de la comunidad. Este acto de reconocimiento y gratitud quedó grabado en los corazones de ambos, como un ejemplo de que, independientemente de las circunstancias sociales o materiales, la verdadera riqueza está en el trabajo constante, la fe y el amor por los demás.