Por Robert Vargas
No se presume que el líder del municipio Santo Domingo Este, Alfredo Martínez, (El Cañero), y que el Vice Presidente Ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, (CDEEE), Ruben Bichara, anden por ahí dando mal ejemplo.
No se presume que el líder del municipio Santo Domingo Este, Alfredo Martínez, (El Cañero), y que el Vice Presidente Ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, (CDEEE), Ruben Bichara, anden por ahí dando mal ejemplo.
El Cañero, quien es el alcalde del municipio más grande del país, y Bichara, por su respectivas condiciones deben ser modelos a seguir por los demás.
Sus respectivas actuaciones públicas pueden influir en la población.Por eso deben cuidar lo que hacen y nunca dar malos ejemplos, como sí lo hicieron ayer durante un recorrido de personalidades, encabezadas por el presidente de la República, Danilo Medina, en la planta de generación de electricidad Los Mina VII, propiedad de AES Dominicana.
El mal ejemplo lo dieron a pesar de que todos los participantes habían sido advertidos previamente por un funcionario de AES Dominicana sobre las normas de comportamiento durante el recorrido.
La senadora Cristina Lizardo no estaba presente en el momento en que esas instrucciones fueron dadas y, sin embargo, ella respetó las normas y se adecuó a las circunstancias. Algo elemental.
El Cañero y Bichara no.
Ellos hicieron lo que quisieron y cuando quisieron, sin respetar al menos una norma.
No atendieron razones de los que saben, y eso no es bueno para ellos ni para quienes los tienen como ejemplos a seguir.
En concreto, ¿Cuál fue el mal ejemplo?
Tras ser realizado el clásico corte de cinta con el que fue inauguarada la Planta Los Mina VII, un grupo previamente seleccionado se dispuso a hacer el recorrido por sus instalaciones.
Allí hay millones de galones de gas natural, que es uno combustibles que alimentan el complejo energético.
Por tanto, allí dentro se debe andar con cuidado, respetando estrictamente las normas de seguridad.
Una de estas es que todos aquellos que se desplacen en esas instalaciones deben tener la cabeza protegida por un casco industrial.
Por eso, antes de iniciar el recorrido en unos carritos especiales, a cada uno de los participantes, incluso a los miembros de la seguridad del presidente Medina, le entregaron su respectivo casco.
Al alcalde, Bichara y a Lizardo también.
Como muestra el vídeo, ella notuvo ningún reparo en proteger su cabeza aunque se despeinara, y eso es mucho decir para una mujer.
Sin embargo, El Cañero y Bichara acuaron como les vino en ganas y parece que tomaron el asunto a chiste, pasando por encima a las normas.
Se sentaron en el último asiento de la caravana de vehículos y los dos se quedaron con los cascos en las manos mientras charlaban animadamente.
Así lo vimos hasta que el grupo se perdió en la lejanía y ya no pudimos seguirlo porque el paso estaba vedado a la prensa hacia ese lugar.
O sea, que estas dos personas actuaron como lo hacen los motoristas, que llevan el casco protector colgado del brazo o del timón, cuando deben llevarlos puesto para su protección personal.
Parece que después, ya al final, cuando posaron para la foto oficial del recuerdo, los dos hombres se colocaron los cascos, pero el vídeo que les mostramos refleja cuál fue su comportamiento al principio del trayecto.
Mala cosa esa de que un líder desobedezca las normas de seguridad.
¿Cuál es la enseñanza que se transmite al municipio?
Aunque, según el refranero popular, “loro viejo no aprende a hablar“.