Con expresiones de dolor y clamor de oración por el descanso de su alma fueron sepultados ayer los restos del abogado Roberto Cedano Castillo, quien murió el pasado lunes, en un supuesto suicidio, en el sector Luisa Perla de esta ciudad de Higüey.
Roberto, de 38 años, era el menor de nueve hermanos y el único que había realizado estudios superiores, maestría y otras especialidades, destacándose por su dedicación y amor a su profesión, según narraban algunos de sus parientes que lo llamaban “el orgullo” de la familia.
Sus familiares lamentaban la fatídica decisión del jurista, quien padecía de diabetes y en una carta comunicó a sus más cercanos parientes el temor de que su estado de salud empeorara y quedar ciego.
Su cadáver fue velado en la funeraria Nazaré y sepultado en el cementerio municipal de esta ciudad de Higüey donde representantes de la Asociación de Abogados de la provincia Altagracia, amigos y familiares le dio el último adiós. Sus hijos y esposa apenados pedían que oren por el descanso del alma de su pariente.