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por Juan Colón.Santo Domingo Ella nació como el árbol torcida. antes de ser proclamada un día como hoy en noviembre de 1844, Pedro Santana obligó al Congreso a introducir el artículo 210, el cual le daba tanto poder como su espíritu de dictador se le antojara. Desde entonces hasta la fecha 39 modificaciones, y salvo no más de tres ocasiones, todas las demás, se han realizado con el único anti democrático, perverso, mezquino, anti institucional, despótico y vil propósito de servir a los intereses del gobernante de turno.Pobre de la patria cuyos intereses particulares siempre se sobreponen al respeto del marco institucional. Pobre de un país, cuyo marco jurídico llamado a darle sostén al estado de derecho, sea apenas considerado un simple pedazo de papel.
Desde la época colonial, las autoridades proclamaban a viva voz, la Ley se acata, pero no se cumple. Pobre de un país, cuya violación a sus leyes no tenga un régimen de consecuencias. Pobre de un país cuyas leyes sea irrespetada por quienes tienen el deber de implementarla. Cuánta razón tenía nuestro poeta Pedro Mir, este es un país que no merece el nombre de País.
Hasta que no respetemos este instrumento indispensable para que esta caricatura que llaman democracia sea verdadera, celebrar el día de la Constitución es un acto de HIPOCRECIA.
