SANTO DOMINGO: En el país persisten brechas significativas de pobreza y desigualdad. Existen altas tasas de mortalidad materna infantil, feminicidios y embarazo en adolescentes.
‘‘Un país con una economía como la nuestra no debería registrar las altas tasas de mortalidad materno infantil, feminicidios y embarazo en adolescentes’’, advirtió la experta en asuntos económicos.
Limitaciones del capital humano, bajos niveles educativos, desempleo y salarios estancados; carencias en salud y protección social, obstáculos para la inversión, debilidades en el entorno financiero y gubernamental. Falta de transparencia en la gestión de recursos públicos, bajo nivel de recaudación fiscal y las pérdidas del sistema eléctrico son insostenibles.
Estos fueron algunos de los señalamientos que hizo Flora Montealegre, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante su ponencia en el almuerzo de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana.
Montealegre recordó los retos que afronta el país para desarrollarse si no se suplen carencias significativas en la población.
Entre las fortalezas, destacó que la economía dominicana es una de las más dinámicas de América Latina y el Caribe, con un crecimiento anual de casi 6% durante la última década. En ese contexto, dijo que el gran desafío es convertir el crecimiento económico en un mayor bienestar social que permita reducir la pobreza y desigualdad, presentes en la sociedad dominicana, a pesar de los avances en materia económica.
Alertó que el futuro ‘‘no está exento de riesgos’’ y que se debe aprovechar este momento para tomar medidas para que el país afronte los efectos adversos de posibles acontecimientos externos, como el alza del petróleo, las tasas internacionales de interés, restricciones al comercio y desastres naturales.
La representante del BID en el país durante los últimos cuatro años y medio, y quien concluye su misión en los próximos días, pero desde su mirada cercana a la situación nacional, aconsejó que se debe buscar un desarrollo más inclusivo y sostenible, crear estrategias de incentivo público enfocado en la innovación, fomento a la fuerza laboral y a la competitividad.
La representante del BID en el país durante los últimos cuatro años y medio, y quien concluye su misión en los próximos días, pero desde su mirada cercana a la situación nacional, aconsejó que se debe buscar un desarrollo más inclusivo y sostenible, crear estrategias de incentivo público enfocado en la innovación, fomento a la fuerza laboral y a la competitividad.
Se necesita un gasto en educación orientado en la calidad de la enseñanza. Replantear las políticas de desarrollo productivo con énfasis en las exportaciones, que hasta el momento solo se realiza un 40% de la capacidad local, según indicó Montealegre.
También recomendó favorecer el clima de inversión privado, disminuyendo barreras burocráticas. Este elemento ha sido cuestionado por organismos internacionales, tal como el Foro Económico Mundial señaló hace unos meses al presentar el Índice Global de Competitividad.
En tanto, la Cámara Americana de Comercio, en voz de David Fernández, criticó la falta de transparencia como un obstáculo para el desarrollo del pueblo dominicano, que es en quien se debe evidenciar el avance económico. ‘‘La base para el desarrollo de las naciones se fundamenta en la fortaleza de sus instituciones. Son fundamentales en el clima de negocios e inversión en un país, un elemento que potenciales emprendedores e inversionistas evalúan para tomar sus decisiones, expresó el presidente de AMCHAMRD.
Para incrementar la productividad, Montealegre enfatizó la importancia de políticas para reducir los altos costos de la energía, del transporte y la logística, aumentar los niveles de inversión en innovación y desarrollo, y seguir mejorando el entorno de negocios y reduciendo los costos de transacción con el Estado. Por otra, destacó que el alcance y la profundidad de la acción pública, que en la actualidad está restringida por los bajos niveles de recaudación fiscal y por una elevada rigidez del gasto público.
Sobre la provisión de servicios públicos, Montealegre reconoció avances del gobierno en la implementación de políticas sociales, particularmente en el ámbito de la educación, pero destacó la necesidad de adoptar medidas para mejorar la calidad y la eficiencia y efectividad del gasto en educación, salud y protección social. Sugirió abordar con urgencia los problemas de acceso a vivienda digna y a servicios de agua potable y saneamiento de calidad.
Durante su intervención, aprovechó para reconocer los esfuerzos del Estado en la implementación de la ley del Sistema Integrado de Gestión Financiera, de la Cuenta Única del Tesoro y las medidas de facilitación para el cumplimiento de las obligaciones tributarias, la ley contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo y finalmente, el potencial del programa República Digital para la simplificación y automatización de muchos trámites de gobierno.
“República Dominicana debe fortalecer el ecosistema institucional para la innovación en el país, igual promover espacios de colaboración público-privados, fomentar el emprendimiento y facilitar el uso de las TIC en Mipymes” dijo Montealegre.
A la vez, recomendó continuar con el proceso de consolidación fiscal para lo cual sugirió plantearse metas ambiciosos, como adoptar la meta país de alcanzar la calificación de grado de inversión.
Explicó que el pacto eléctrico no será significativo, si no se crean mecanismos para supervisar su entero cumplimiento, si no se crea un régimen de consecuencias.
“El país debe mantener un clima propicio para la inversión del sector privado, basado en mayor confianza y reglas generales claras, favoreciendo las inversiones en bienes públicos sobre los incentivos tributarios sectoriales y las exenciones”, agregó la funcionaria. Así también progresar hacia un manejo más eficiente del gasto público y de control de nuevos compromisos y, avanzar definitivamente en la reforma del sector eléctrico.
Para el cierre de su discurso, Flora Montealegre, alentó a políticos, funcionarios de gobierno y empresarios por igual, a trabajar unidos para la construcción de un país que ofrezca mejores oportunidades para todos los dominicanos. Esta, dijo en su despedida, debe ser “la inspiración que motive a cada uno de ustedes a seguir aportando al desarrollo político y económico del país, para que todos los padres y madres, jóvenes y niños dominicanos puedan acceder a mejores oportunidades de trabajo, mejores ingresos y mejores condiciones de vida.”