Sandy Capellan, quien era un excelente jugador de baloncesto había caído en estado de depresivo.
Residía en la calle Santiago Silvestre del sector de Gualey, en casa de su abuela, Altagracia Ciprian. Era hijo de Joselo Capellán.Al lugar acudió el legista, Santini Calderón Gastón, quien certificó muerte de asfixia por ahorcamiento.