“Cuando me llamaron para la entrevista me hicieron un pequeño test, me pidieron que sacara algunos papeles necesarios para el contrato, me dijeron el horario de oficina, entre otras cosas. Todo iba excelente hasta ese momento; luego recibí una llamada donde se me informó del vestuario y algunas cositas más. Entonces la joven me preguntó: ¿Tu siempre usas el pelo así, rizado? Yo le dije que sí, porque mi pelo es rizado y ella me dijo que por protocolo de la empresa debía ponerlo liso”, narró la joven que se encuentra haciendo el monográfico para optar por el título de licenciada en Lenguas Modernas.Indica el periódico Diario Libre que Después de esa llamada, donde se le pedía cambiar de apariencia, Michelle decidió no aceptar las condiciones de modificar su cabello, por considerar que no puede ni quiere cambiar su identidad.
“Me gustan mis rizos y todavía creo que existen otros lugares que me van a aceptar por mi preparación, por mi entrega al trabajo, por mis deseos de crecer y de servir a otros con lo que hago”, dijo optimista.
Sintió pena de que en el país todavía exista tal grado de discriminación. Se entristeció de pensar que todavía queramos parecernos a otras naciones y no abracemos con orgullo nuestras raíces.
Expresó con orgullo que todavía cree en su país (República Dominicana) y que tiene la seguridad de que existen personas que no mirarán con despreció su cabello, su color, estatura y ojos.
La joven, que además pertenece a la religión cristiana evangélica dice estar confiada en que Dios le va a conceder un empleo que le reciba tal y como fue creada”.
Al final hizo un llamado de “no a la discriminación