PUERTO PRINCIPE.- El clima de inseguridad sigue hoy al alza en Haití, a pesar de los anuncios gubernamentales de restablecer la paz durante las festividades navideñas y de fin de año.
Este sábado se conoció el secuestro del presidente de la División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día, Elie Henry, y su hija, mientras regresaban de actividades religiosas en esta capital.
Según una fuente cercana a la Misión Adventista en Haití, los secuestradores exigen un rescate de cinco millones de dólares a cambio de su liberación.En un comunicado, la División Interamericana de la Iglesia Adventista confirmó el secuestro, y aseguró que la familia ha estado en contacto regular con el pastor, «y se entiende que tanto él como su hija están tan bien como se puede esperar, considerando las circunstancias».
Además de los religiosos, otras tres personas fueron secuestradas el 24 de diciembre. En Gros-Morne, Artibonite, los habitantes bloquearon la vía principal la víspera para protestar contra el rapto de Jean Raynold Saint-Hilaire y Berthony Silva y denunciaron que a pesar de pagar el rescate, las víctimas siguen prisioneras.
También en Arcahaie, individuos apresaron contra su voluntad a Grégory Sanon, estudiante de ingeniería, cuyos familiares confirmaron que los delincuentes piden 50 mil dólares por su libertad.
El martes pasado, la Policía anunció que desplegaría un operativo para asegurar las celebraciones de año nuevo, e indicó que se tomaron medidas en varios niveles para proteger a la población.
De hecho, en las últimas semanas intervinieron en barrios desfavorecidos como Villa de Dios y Martissant, en la entrada sur de esta capital, pero a pesar de los operativos, los casos de secuestros continúan creciendo a lo largo y ancho del país.