Santo Domingo, RD.-“Como un ángel guardián”, Elis Martínez Rojas duerme todos los días al lado de su hijo Danilo Alexis Martínez con un cuestionamiento impredecible que le impide conciliar el sueño: ¿mi hijo amanecerá vivo o muerto?
La incertidumbre de Martínez Rojas es incontrolable debido a que el adolescente de 15 años de edad padece de cardiomiopatía hipertrófica, una enfermedad que afecta directamente al corazón e impide que este órgano bombee sangre de manera normal.
Para poder prolongar la vida del adolescente se necesita con urgencia un trasplante de corazón, el cual es un procedimiento costoso e imposible de cubrir económicamente por su madre.
“Los médicos me dicen que si no le hacen el trasplante se va a morir porque tiene el corazón muy grueso y grande”, detalla imaginándose sin su hijo.
El destino le ha hecho una mala jugada a Elis. Su hija de 10 y su esposo de 34 años murieron de la misma condición y esta teme que su hijo también sea víctima mortal por no encontrar la suficiente ayuda para lograr que el adolescente dure más tiempo viendo la luz del sol.