Descuartizó a su marido con una sierra eléctrica porque sospechaba que era infiel

0

EL María Alejandra Lafuente Casco fue sentenciada a 46 años y seis meses de prisión por el homicidio de su pareja, Allan Carrera Cuellar, al que mató, descuartizó, repartió sus restos por varias partes de la Ciudad de México. Cuando la descubrieron, se hizo pasar por enferma mental, pero al final acabó en la cárcel.caso de la psicóloga María Alejandra Lafuente Casco estremeció a México en 2014, cuando la mujer fue acusada de matar a su marido, descuartizar su cuerpo con una motosierra y guardarlo en bolsas de plástico que luego esparció por dos puntos de la ciudad.

 

Pero no fue hasta el mes pasado que la mujer recibió una condena. Después de que la fiscalía recabase evidencias durante todo este tiempo que demostraron su culpabilidad, Lafuente Casco fue sentenciada finalmente a 46 años y seis meses de prisión por el homicidio de su pareja, Allan Carrera Cuellar. También deberá reparar el daño y los gastos funerarios de su excónyuge.

La pareja se había conocido en 2011, justamente en el consultorio de ella en la Ciudad de México, a donde Allan llevaba a su hija. Poco después comenzaron a salir juntos.

 

Tras tres años de relación, en 2014 las cosas no andaban bien y ella sospechaba de infidelidades, por lo que empezaron los problemas. Entonces vino el plan para matarlo, pues los investigadores descubrieron que la mujer empleó drogas para dormir al hombre y luego asesinarlo.

 

Usando una sierra eléctrica, Lafuente Casco descuartizó a su pareja y luego guardó las partes de su cuerpo en la nevera de su casa. Su plan era ir sacando poco a poco las bolsas y tirarlas en distintas partes de la ciudad, como hizo. Sin embargo, el olor de las bolsas hizo saltar las alarmas y la policía descubrió que se trataba de restos humanos.

 

Inicialmente se encontró el torso del hombre, que tenía 41 años, sin extremidades, en la basura de una esquina de la colonia Roma. Ese mismo día se hallaron las extremidades superiores e inferiores, sin manos ni pies, en bolsas de plástico en la colonia Valle Escondido.

 

Luego de que el cuerpo del hombre fuera identificado por su familiares, la policía realizó un allanamiento a la casa en donde vivía la pareja, y allí encontró su cabeza y manos en bolsas de plástico, así como una sierra eléctrica.

 

Inculpan a la psicóloga por el asesinato de su marido

En un principio, la mujer declaró como testigo, pero las autoridades se percataron de que había algo extraño y descubrieron que ella había estado enviando mensajes desde el teléfono del marido para que la familia de él y amigos creyeran que estaba vivo.

 

Luego, en un cateo pericial se encontraron rastros de sangre en una de las habitaciones y en el baño. Una parte del colchón y de la alfombra habían sido cortadas, al parecer para no dejar rastros.

 

Aprovechando sus influencias profesionales y para desviar la atención de la investigación, la mujer se hizo internar en un instituto psiquiátrico, como paciente, pero ni aún así pudo conseguir evadir la justicia. Pasó estos últimos ocho años en prisión y finalmente, le fue revelada su sentencia.

No hay comentarios