Él hijo de “Giguita”, la que vivía detrás del Colegio Católico Padre Guido Gildea , Leuris Suberví (Popo), fue impactado por varios disparos de una patrulla policial cuando fue sorprendido, mientras "pegaba" afiches contra el régimen balaguerista.
Los miembros de la uniformada eran sus vecinos que conocían muy bien a Popo.
A este joven se le conocía por su solidaridad, valentía e integridad, condiciones que su pueblo le reconocía.
Nunca se investigó este crimen, uno más de los asesinatos de la época terrible de los 12 años de Balaguer.
Bienaventurados los que tienen sed y hambre de justicia.
Es urgente que las cámaras legislativas [Senado y Cámara de Diputados] aprueben la ley que crea la Comisión de la Verdad y su conformación.
“El crimen no prescribe Jamás”: J. P. Duarte.