Con el caso Purga, que incluyó como pieza clave a los chats de Mayra Salazar, la ex relacionista pública de la Corte Provincial del Guayas, se empiezan a conocer nuevos detalles acerca del asesinato del narcotraficante Leandro Norero. Salazar, vinculada al caso Metástasis, contó a un usuario una trama compleja para eliminar a Norero. El plan para asesinarlo habría sido ideado y ejecutado por orden de un líder delictivo que, según las autoridades, está muerto, pero que en realidad operaría desde Europa.
Salazar relata: “Una semana antes de que lo maten (Norero), Wilmer Chavarría, alias Pipo mandó a un man a hacerse amigo de Norero”. Alias Pipo habría fingido su muerte gracias a la ayuda de Norero, pues este financiaba a Los Lobos. Norero habría tramitado el falso registro de defunción, le habría “cambiado la cara” y le habría proporcionado una identidad falsa a alias Pipo para que viaje a Europa, de acuerdo a las conversaciones de la procesada.
La narración de Salazar detalla cómo el sujeto enviado por Pipo consiguió ganar la confianza de Norero y logró trasladarlo desde “las oficinas” fuera de los pabellones de la cárcel, hacia el área de máxima seguridad, donde lo mataron. Antes de morir, Norero recibió una llamada de alias Pipo: “A lo que entra (a los pabellones de máxima seguridad) le cierran la puerta y le ponen en el teléfono a Pipo”.
Salazar explica que los presos desmembraron el cuerpo de Norero, llegando incluso a extraer su corazón. De acuerdo a los chats, ella conocía todos estos detalles porque admitió saber “el último respiro de Norero, de fuente muy cercana”.