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Por el periodista Roberto Brito
En el corazón de San Luis, un lugar que una vez fue el epicentro cultural y social de la comunidad ahora yace en un estado de deterioro que duele recordar. La antigua biblioteca de San Luis y la esquina histórica del mozo fueron testigos de días de gloria en las décadas de los 80 y 90, cuando jóvenes se congregaban para aprender, compartir y soñar. Sin embargo, con el paso de los años, este lugar emblemático ha perdido su brillo y esplendor, sumergido en una realidad desoladora.
El encanto de antaño, donde la juventud se reunía para estudiar o simplemente disfrutar de la compañía de amigos, fue reemplazado por un paisaje desolador de contaminación y abandono; en lugar de los libros y la camaradería, hoy vemos aguas negras estancadas y basura acumulada que adornan las aceras.
Lo que una vez fueron letras doradas en los libros de texto ahora ceden su lugar a una fiscalía con una fachada sucia, emitiendo un olor pestilente que ahuyenta a los pocos transeúntes que se aventuran por estas calles olvidadas.
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La comunidad de San Luis Centro, cabecera de este histórico espacio , parece haber dado la espalda a su patrimonio cultural los habitantes, apresurados en su rutina diaria, ignoran el legado que se desvanece con cada día de descuido. Otros lugares históricos enfrentan un destino similar, víctimas de la indiferencia y el abandono que caracterizan nuestros tiempos.
Sin embargo, entre las sombras de la decadencia, hay un destello de esperanza, exigimos la restauración y revitalización de estos sitios históricos. Obreros del ayuntamiento local, son testigo de una contaminacion sin precedente debajo de las aceras se encuentran aguas negras y lodos podrido.
Conscientes de que la historia no debe ser sacrificada en el altar de la negligencia, vemos el inicio de proyectos de renovación y limpieza en marcha, impulsados por el deseo de preservar la identidad y el legado cultural de San Luis.
