Redacción: Por la Línea
Por Antonio Villar
Santo Domingo RD Las elecciones del domingo 19 de mayo de 2024 en la República Dominicana han dejado una estela de reflexión profunda sobre la naturaleza y dirección de la política en el país. A continuación, se abordan algunos puntos claves que emergen de este proceso electoral y sus implicaciones más amplias para la sociedad dominicana:
1. Desaparición de los valores tradicionales
Los valores que alguna vez identificaron al pueblo dominicano parecen haberse desvanecido con el tiempo. La historia está llena de mártires y figuras que lucharon por principios elevados, pero hoy en día, su legado parece casi olvidado. Esta pérdida de valores es preocupante y refleja una desconexión con la rica historia del país.
2. La persecución de la corrupción
El gobierno de Luis Abinader ha manejado con habilidad la narrativa de la persecución de la corrupción, creando una escena de justicia y responsabilidad. Sin embargo, muchos corruptos conocidos simplemente cumplen prisión domiciliaria, lo que socava la percepción de verdadera justicia y permite que la desconfianza en las instituciones persista.
3. Nacionalismo y discrepancias internacionales
La campaña también ha capitalizado en las discrepancias existentes entre pueblos hermanos, despertando un fuerte sentimiento nacionalista entre muchos dominicanos. Esta estrategia puede tener efectos polarizantes y a largo plazo, podría dificultar la cooperación y la armonía regional.
4. Campañas centradas en beneficios personales
Las campañas políticas en la República Dominicana se caracterizan por enfocarse en los beneficios personales que los votantes pueden obtener de los partidos en contienda. Este enfoque utilitarista reduce la política a una transacción de intereses, donde las ideas y proyectos significativos quedan relegados a un segundo plano.
5. Líderes con imágenes Mesiánicas
Los llamados líderes nacionales tienden a proyectar imágenes mesiánicas, pero carecen de proyectos sólidos que atraigan a una población madura y preocupada por el desarrollo del país. La política de conveniencia, en lugar de la política de principios, sigue dominando el escenario.
6. Evolución del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
La historia reciente del PLD muestra cómo la política de conveniencia ha prevalecido. En 1996, el PLD llegó al poder con el apoyo del gobierno de turno, y en 2004, se benefició de la mala gestión del gobierno anterior. Sin embargo, las elecciones recientes han mostrado que este enfoque ya no es suficiente para ganar la confianza de una población cada vez más madura y demandante de propuestas concretas. No supieron rescatar la confianza dentro de sus organizaciones y que esta se proyectase al país. Esta vez el gobierno no les hizo la campaña.
7. Campañas de última hora
La campaña electoral se ha centrado en los últimos meses, semanas e incluso días, mostrando una falta de planificación y una dependencia excesiva en los recursos disponibles en el corto plazo. Esta improvisación no permite desarrollar relaciones sólidas y confiables dentro de las estructuras partidarias, esenciales para un liderazgo efectivo.
8. Reflexión y construcción de una nueva cultura política
La derrota del domingo 19 de mayo era previsible, una “crónica de una muerte anunciada”. Sin embargo, esta situación ofrece una oportunidad para la reflexión. Tanto ganadores como perdedores deben considerar la necesidad de construir una cultura política basada en el desarrollo del país, el bienestar de sus habitantes y los valores humanos.
9. Hacia un liderazgo sólido y confiable
Es esencial que los liderazgos sean más sólidos, basados en vínculos confiables y genuinos dentro de las estructuras partidarias. Las relaciones entre los líderes y la población deben ser de confianza mutua, donde los líderes se esfuercen por merecer esta confianza a través de acciones coherentes y responsables.
En conclusión, las elecciones del 19 de mayo de 2024 han puesto de relieve los desafíos y las oportunidades que enfrenta la política dominicana. Para avanzar, es crucial que los actores políticos reflexionen y trabajen hacia una cultura política más madura, donde los proyectos y valores genuinos tomen el centro del escenario y se construya una sociedad más justa y próspera.