El Ministerio de Salud del Líbano ha confirmado que los bombardeos israelíes en el sur del país, este lunes, han causado la muerte de al menos 274 personas y han dejado 1.024 heridos. Este trágico ataque es considerado por las autoridades libanesas como el peor perpetrado por Israel en esa región, dominada por el grupo armado chiita Hezbolá, en al menos un año.
"Los ataques del enemigo israelí contra ciudades y pueblos del sur desde esta mañana han dejado cientos de víctimas fatales, incluyendo niños y mujeres", declaró el Ministerio de Salud del Líbano en un comunicado.
Este bombardeo forma parte de una escalada de violencia en la región, con los primeros incidentes registrados la semana pasada tras la explosión de dispositivos de comunicación, como beepers y radios, cuya autoría Israel no ha reconocido oficialmente. Posteriormente, comenzaron los bombardeos, que también alcanzaron Beirut, la capital del país, y ya habían dejado más de 80 muertos.
Hezbolá, el grupo islamista radical que opera en el sur del Líbano, respondió el fin de semana disparando cerca de 160 misiles hacia zonas urbanas en Israel.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró que los ataques continuarán "hasta que logremos nuestros objetivos: devolver a los residentes del norte de Israel sanos y salvos a sus hogares". Se estima que alrededor de 60.000 israelíes han abandonado sus hogares en el norte del país desde el inicio de la escalada transfronteriza.
Esta nueva ola de violencia surge tras la incursión armada de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023, que dejó cerca de 1.200 muertos y 250 rehenes. La respuesta militar de Israel en la Franja de Gaza ya ha causado cerca de 40.000 muertos, muchos de ellos mujeres y menores de edad.
En las últimas semanas, Israel ha redirigido su estrategia militar hacia el sur del Líbano, incrementando las tensiones en la frontera norte del país.
