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Por: Roberto Brito
San Luis..El proyecto de ley que buscaba elevar el Distrito Municipal San Luis a la categoría de municipio por años es ignorado por un grupo selecto de legisladores, entre ellos Juan José Rojas, Alexis Jiménez, Franklin Martínez y el senador Antonio Taveras. La población se siente traicionada y abandonada por quienes deberían representar sus intereses. También los partidos políticos y la pugna entre líderes de ambas comunidades, tanto San Isidro, El Bonito como San Luis, tienen su cuota de responsabilidad en este tema.
No entendemos por qué razón y circunstancias el distrito municipal San Luis continúa siendo desatendido por legisladores que nacieron y son del territorio, a pesar de su economía en crecimiento, con un complejo habitacional del gobierno y del sector privado, empresas, centros educativos, instalaciones deportivas y áreas para la explotación del ecoturismo, bañadas por las aguas del río Ozama y bordeadas por dos avenidas importantes: La Circunvalación de Santo Domingo y la de Samaná. Además, cuenta con el Acueducto del Gran Santo Domingo y dos institutos importantes: el Superior Comunitario y el de las Fuerzas Armadas, resguardados por la base aérea de San Isidro, el campo de entrenamiento del ejército, así como dos academias militares. A esto se suma la franja de la avenida de la carretera Mella, con varias comunidades y un gigantesco cementerio.
La comunidad de San Luis sigue clamando por su propia municipalidad, y con el paso del tiempo, sus esperanzas se desvanecen; ls comisiones de San Luis y San Isidro, que acudieron al Congreso Nacional para manifestar su apoyo al proyecto, se encontraron con una pared de indiferencia. En un acto que muchos consideran una falta de respeto, los legisladores decidieron ignorar el clamor popular y dar la espalda a la demarcación que expresó su simpátia en las urnas.
Entre los comisionados que viajaron al Congreso estaban figuras como Juan Francisco Polanco, Juan Aníbal y el padre Frankelis Acevedo, quienes representaron al Consejo de Desarrollo San Isidro, estos no escondieron sus diferencias con líderes sociales como Andrés Beltrán, Manuel Fleming y Esteban Rosa, lo que impidió que se escuchara la voz del pueblo. Sin embargo, el proyecto fue desechado sin una discusión adecuada. La frustración en San Luis y San Isidro es palpable, y la comunidad se siente atrapada en una lucha entre líderes que parecen saciar su propio ego que el bienestar colectivo.
Además, la comunidad no ha sido consultada sobre el tema de los linderos, mientras que el municipio de Santo Domingo Este se adjudicó terrenos del distrito. En lugar de reclamar la devolución de dichos territorios, como la franja este de la carretera Mella, algunos líderes parecen más interesados en disputas internas que en el progreso del proyecto.
Los partidos políticos también tienen su cuota de responsabilidad en esta situación, al demostrar su irresponsabilidad, priorizando los votos para perpetuar su hegemonía y sembrar más miserias, a menudo mediante dádivas como "funditas".
El descontento crece no solo en San Luis, sino también en las comunidades aledañas, que observan cómo sus derechos son pisoteados por un grupo de legisladores que prefieren actuar en beneficio propio. ¡No somos un municipio que deba ser producto de la pugna entre comunitarios y legisladores!.
El presidente de la República, Luis Abinader, quien con sus promesas incumplidas de ordenar elevar la categoría de San Luis y sus palabras se la lleva el viento.
La lucha por la municipalidad de San Luis no ha terminado, la comunidad está dispuesta a tomar medidas más drásticas si sus reclamos continúan siendo ignorados, incluyendo la redacción de un anteproyecto de ley que declare la elevación a la categoría de municipio sin división territorial.
La voz del pueblo es clara: ¡no más promesas vacías! La lucha por la dignidad y el reconocimiento de su comunidad apenas comienza, y los ciudadanos están decididos a hacer que se escuche su clamor.
