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En Santo Domingo Este, se observa una situación preocupante en varias localidades. En la zona de Guerra, se están construyendo grandes zonas francas destinadas a la mano de obra haitiana, lo que ha resultado en la escasez de empleo para los dominicanos locales. Esta situación ha sido ignorada por las autoridades, incluyendo al alcalde César Rojas, quien ha tenido conflictos con las iglesias y ha hecho declaraciones controvertidas sobre los religiosos.
Por otro lado, la Caleta de Boca Chica se encuentra en un estado de abandono debido a la falta de empleo, especialmente en la playa, donde el turismo se está alejando debido a la falta de servicios. En San Luis, los recursos de la junta municipal son insuficientes para
mantener un equilibrio adecuado con la población local, mientras que en Guerra, los recursos disponibles parecen ser mal distribuidos, beneficiando solo a un pequeño grupo.
El presidente Luis Abinader, a pesar de sus visitas frecuentes a estos sectores empobrecidos, parece no estar al tanto de la gravedad de la situación en San Luis, Guerra y Boca Chica.
