Por Diego Torres
San Antonio de Guerra, la Parra, se encuentra en una crisis alarmante. Después de que Luis Abinader designara a Roberto Santana para finalizar la cárcel iniciada por el gobierno morado, la situación ha empeorado drásticamente. Materiales de desecho y barro están siendo arrojados en la entrada principal, convirtiendo la obra en un verdadero lodazal que pone en jaque la imagen del funcionario
.Los rumores indican que algunos camioneros están manipulando la situación a su favor. Roberto, quien solía ser un luchador por los derechos de los humildes, ahora parece más preocupado por evitar el sol y la tierra. Como multimillonario, ha perdido el contacto con la realidad del proyecto. Mientras los camioneros actúan sin control, él se limita a observar desde su Jeepeta, sin desmarcarse para supervisar el trabajo. La falta de acción y supervisión de Roberto Santana es inaceptable y amenaza el futuro de la cárcel modelo en la Parra.
Freddy Florencio está alertando a Roberto Santana sobre la situación delicada en la nueva cárcel de la Parra. La advertencia de Freddy es clara: si no se actúa con precaución, Roberto podría enfrentar problemas legales graves, como le ocurrió a Peralta, que fue condenado a 30 años.
Freddy también señala que hay un grupo de camioneros, cuyo origen es incierto, que están dejando materiales de mala calidad en el sitio. Esto no solo podría deteriorar la infraestructura de la cárcel, sino que también podría convertir el área en un lodazal, complicando aún más las cosas.
Roberto, como responsable, necesita tomar el control de la situación y asegurarse de que las operaciones se realicen de manera ordenada y legal. La falta de supervisión podría llevar a un desorden que tendría repercusiones tanto para él como para el funcionamiento del nuevo penal. Es un momento crítico que requiere atención y acción inmediata.