Por Diego Torres
San Antonio del Guerra..Pascual Jiménez, quien se destacó como el primer alcalde de la población de San Antonio del Guerra. dejó una huella indeleble en la comunidad a lo largo de su trayectoria como político y militante del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Sin embargo, su vida culminó de manera trágica, lo que resalta las deficiencias en el sistema de salud y la atención a líderes comunitarios en el país.
Durante 12 años, Jiménez enfrentó una grave enfermedad que lo mantuvo postrado en su hogar, luchando contra las adversidades. A pesar de su dedicación y servicio a la comunidad, las autoridades tanto del gobierno como municipales hicieron poco por brindarle el apoyo necesario en sus momentos más críticos. Este descuido ha generado un profundo descontento entre los residentes de Domingo, quienes recuerdan con aprecio el legado de un líder que trabajó incansablemente por el bienestar de su pueblo.
El fallecimiento de Pascual Jiménez no solo marca la pérdida de un líder comprometido, sino que también sirve como un llamado a la acción para las autoridades, instándolas a reflexionar sobre la importancia de cuidar a quienes han dedicado su vida al servicio público. La comunidad de Domingo merece recordar y honrar su memoria, y al mismo tiempo, exigir que se tomen medidas para evitar que otros líderes enfrenten un destino similar.
La historia de Pascual Jiménez es un recordatorio de la responsabilidad que tienen las autoridades de atender las necesidades de su gente, especialmente de aquellos que han dado tanto por su comunidad. Es hora de que la sociedad demande cambios significativos en el sistema de salud y apoyo a los líderes comunitarios, para que su sacrificio no sea en vano..