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Los habitantes del Almirante, entre la calle 12 y áreas aledañas, están al borde del colapso ante el persistente ruido de bocinas de automóviles que interrumpen su descanso y calidad de vida.
A pesar de que ya se han realizado quejas y llamados de atención a los infractores, estos parecen ignorar las advertencias, provocando que el escándalo se extienda hasta la 1 y 2 de la mañana, sin importar el día de la semana.
En un llamado urgente a la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, los vecinos exigen acciones inmediatas para restaurar la paz en la zona. La incautación de bocinas se presenta como una solución necesaria para salvaguardar la salud y bienestar de quienes residen en esta problemática área, donde el ruido se ha convertido en un enemigo constante.
