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Santo Domingo RD..que planteas es una interpretación de las estrategias políticas que Luis Abinader podría estar utilizando para asegurar su reelección en 2028, basado en tácticas históricas que empleó Joaquín Balaguer durante su tiempo en el poder. En este escenario, Abinader, al igual que Balaguer, podría estar colocando a aliados en posiciones clave dentro del gobierno y las instituciones, como el Tribunal Constitucional, lo que podría facilitar una eventual reelección, incluso si la Constitución establece límites sobre el número de mandatos presidenciales.
El Contexto de la Reelección
En la República Dominicana, la Constitución establece una restricción sobre la reelección presidencial, pero, como mencionas, el poder judicial tiene la capacidad de interpretar y, en su caso, modificar o flexibilizar esa interpretación. La influencia de Abinader sobre el Tribunal Constitucional y otras instituciones claves podría ser vista como un paso hacia la creación de un entorno legal y político favorable para su reelección. Esto podría llevar a que se presenten interpretaciones de la Constitución que le permitan postularse nuevamente en 2028.
El Papel de los Aliados
La estrategia de "colocar a funcionarios clave" es un reflejo de lo que muchos consideran una táctica política de consolidación de poder. Abinader, al fortalecer su red de aliados dentro del gobierno, los partidos aliados y otras instituciones clave, podría tener una ventaja significativa al momento de asegurar que las decisiones políticas y judiciales se alineen con sus intereses, incluyendo su posible reelección.
En este sentido, el PRM (Partido Revolucionario Moderno), bajo la dirección de Abinader, ha logrado mantener una coalición estable con varios partidos aliados, lo que le permite no solo sostener el poder, sino también tener un margen de maniobra amplio dentro de las decisiones legislativas y judiciales.
La Oposición: PLD y Fuerza del Pueblo
El PLD (Partido de la Liberación Dominicana) y la Fuerza del Pueblo, que históricamente han sido fuerzas políticas significativas, actualmente parecen estar atravesando un proceso de reorganización interna. Mientras que estas fuerzas siguen siendo influyentes, no han mostrado una oposición tan fuerte y unificada como en el pasado. La falta de una oposición cohesiva podría estar jugando a favor de Abinader, quien parece tener un panorama relativamente despejado para continuar en el poder, especialmente si los líderes del PLD y la Fuerza del Pueblo subestiman la posibilidad de que Abinader busque la reelección.
Además, la división interna dentro del PLD y la competencia entre figuras como Leonel Fernández y Danilo Medina podrían estar minando su capacidad para ofrecer una oposición efectiva a Abinader. En este contexto, Abinader podría aprovechar esta debilidad para consolidar su poder y reforzar su posición dentro del PRM y en la arena política en general.
Riesgos y Posibilidades
Aunque todo esto puede darle a Abinader una ventaja considerable, el panorama político siempre está sujeto a cambios. La política dominicana puede ser impredecible, y una eventual movilización de la oposición o un cambio en las condiciones económicas y sociales podría poner en peligro las aspiraciones de reelección de Abinader. La percepción pública sobre su gestión, el manejo de los problemas económicos y sociales, y las tensiones dentro de su propio partido o entre sus aliados pueden influir en cómo se desarrollan los próximos años.
Además, el "despertar" de una oposición más unificada o más activa, especialmente si surge un liderazgo que logre aglutinar a los sectores que no se sienten representados por el actual gobierno, podría ser un factor determinante para frenar los intentos de reelección de Abinader.
En resumen, aunque la estrategia que mencionas, basada en el control de instituciones y alianzas políticas, podría darle a Abinader una ventaja significativa para aspirar a la reelección en 2028, también dependerá de las circunstancias externas, la respuesta de la oposición, y cómo se perciban los problemas que el gobierno enfrente en los años venideros. La política, como bien sabemos, puede ser cambiante, y un liderazgo sólido y una oposición activa podrían alterar este escenario.
