San Luis sigue esperando: Promesas de Luis Abinader aún sin cumplir tras ocho visitas
Por Diego Torres
El Distrito Municipal de San Luis, en la República Dominicana, sigue esperando que las promesas realizadas por el presidente Luis Abinader se materialicen. A lo largo de su mandato, Abinader ha visitado esta comunidad en ocho ocasiones, donde ha prometido obras de gran impacto, tales como la construcción de un hospital, asfaltado de calles, construcción de aceras y contenes, así como apoyo a algunos miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Sin embargo, a pesar de las múltiples visitas y promesas, los residentes aseguran que la mayoría de estas no se han cumplido.
Promesas incumplidas
Una de las promesas más esperadas es la construcción de un hospital en San Luis, una necesidad urgente para los residentes, que a menudo tienen que desplazarse a otros municipios para recibir atención médica. Sin embargo, hasta la fecha, esta obra sigue siendo una promesa incumplida. "El presidente vino a prometer un hospital, pero seguimos sin tenerlo. Nos dijeron que sería una realidad, pero cada vez que regresa a San Luis, nos promete algo diferente", expresan los habitantes del lugar.
Además de la falta de avances en el área de salud, los residentes denuncian que otras promesas relacionadas con infraestructura tampoco se han cumplido. Las calles de San Luis, en su mayoría, siguen sin ser asfaltadas, y las aceras y contenes prometidos siguen siendo una necesidad urgente. A pesar de las visitas reiteradas del presidente, los problemas de infraestructura continúan siendo una de las principales quejas de la población.
Problemas con la vivienda y la infraestructura
Otro punto de frustración para los habitantes de San Luis es la construcción de apartamentos que, según algunos, no es una solución adecuada para la mayoría de los residentes. "La gente de San Luis no tiene dinero para pagar esos apartamentos. La mayoría de nosotros vivimos en condiciones precarias, pero las promesas de viviendas no resuelven nuestra situación", comenta un residente.
Por otro lado, la carretera del Naranjo, que conecta varias comunidades importantes de la zona, también está en mal estado y requiere atención urgente. Los habitantes aseguran que el gobierno no ha cumplido con las reparaciones necesarias, a pesar de que la ruta es crucial para la movilidad de las personas y el transporte de productos.
Un proyecto igualmente prometido, la reparación del puente que conecta el Cabreto con el Naranjo, sigue sin ejecutarse, lo que genera preocupación entre los residentes. "Ese puente es fundamental para la seguridad de quienes transitan por allí, y aún no ha sido reparado. Nos sentimos olvidados", aseguran.
Críticas y desconfianza
La repetición de promesas sin resultados ha generado un ambiente de desconfianza en San Luis. Los residentes lamentan que, a pesar de la insistencia del presidente en visitar la comunidad y hacer anuncios, las soluciones no lleguen a concretarse. "Parece que el presidente se olvida de lo que prometió cada vez que viene. Las promesas ya no tienen valor si no se cumplen", afirman.
Los habitantes de San Luis consideran que la falta de acción refleja una irresponsabilidad por parte de las autoridades, ya que los problemas que afectan a la comunidad son conocidos desde hace años y siguen siendo ignorados. "No puede ser que el presidente venga tantas veces y no cumpla con lo que dijo. La gente está cansada de escuchar palabras vacías", expresan con frustración.
A pesar de las críticas, los residentes aún mantienen la esperanza de que algún día las promesas del presidente se conviertan en realidad. Sin embargo, su paciencia se está agotando, y la falta de resultados concretos sigue alimentando el descontento en el distrito.
Conclusión
esperando respuestas. La falta de obras públicas, la inacción en proyectos esenciales como el hospital y las promesas incumplidas sobre viviendas e infraestructura están creando una creciente desconfianza entre los ciudadanos. Mientras el presidente Luis Abinader sigue visitando la comunidad y haciendo nuevos anuncios, los habitantes de San Luis no ven mejoras tangibles en su calidad de vida y temen que las promesas sigan quedándose solo en palabras.