Santo Domingo Este, bajo la administración del Alcalde de PRM Dió Astacio, está generando preocupación entre los residentes. A pesar de que ha transcurrido un año desde su toma de posesión, no se han logrado avances significativos en la gestión de la basura y el manejo de las aguas residuales. Los habitantes de varios barrios se quejan de la acumulación de basura en las calles y de la presencia de aguas negras en los callejones, lo que afecta gravemente la calidad de vida y puede ser un foco de enfermedades.
Uno de los rumores que circula en la comunidad es la existencia de posibles actos de corrupción dentro de la alcaldía, lo cual ha generado desconfianza entre los ciudadanos. En el pasado, figuras como Antonio Infante, conocido como "El Poli", se destacaron por denunciar los problemas en la zona, pero ahora se observa un silencio preocupante entre los regidores, lo que podría estar relacionado con la falta de transparencia en la gestión.
Además, se menciona que hay un espacio, conocido como "el ataúd" frente al Megacentro, que según los rumores, está siendo utilizado para actividades que no están relacionadas con la mejora de los problemas de la ciudad. Esto aumenta la sensación de abandono y desorden en la administración municipal.
El mal manejo de los desechos y las aguas residuales es una preocupación seria, ya que puede contribuir a la propagación de enfermedades como el dengue, la tuberculosis y otras afecciones transmitidas por vectores. Ante esta situación, se recomienda la intervención inmediata de brigadas de salud pública para evitar un brote de enfermedades en la zona. Los expertos sugieren que el gobierno local y el central colaboren para implementar un plan de acción efectivo que incluya la recolección de basura, la reparación de las redes de alcantarillado y la creación de campañas de prevención de enfermedades.
Algunas fuentes afirman que el presidente Luis Abinader se siente avergonzado por la gestión del alcalde Astacio, ya que la situación en Santo Domingo Este podría afectar negativamente la imagen del gobierno. La falta de acción ante estos problemas podría tener consecuencias graves tanto para la salud pública como para la percepción de los ciudadanos sobre la administración local.