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Las redes sociales y los audios de voz: un arma de doble filo que puede llevarte a prisión
Por Diego Torres
Santo Domingo RD..En los tiempos actuales, donde todo se comunica con rapidez a través de las redes sociales, muchas personas olvidan que un simple mensaje de voz puede convertirse en una prueba clave en un proceso judicial. Emitir amenazas por medios digitales no solo es un acto irresponsable, sino también un delito que puede llevar a consecuencias legales muy graves.
Las amenazas verbales, aunque sean hechas de forma impulsiva, pueden ser utilizadas por las autoridades como evidencia ante cualquier situación que comprometa la seguridad de la persona amenazada. Existen casos documentados donde individuos han enviado audios insultando o maldiciendo a funcionarios públicos o empleados del sector privado, y posteriormente, si esa persona sufre un accidente o incluso llega a perder la vida, el audio es recuperado y usado en la investigación. Esto puede dar lugar a arrestos inmediatos y procesos penales que, dependiendo del caso, pueden culminar en penas de entre 5 a 10 años de cárcel.
Si bien en ciertos casos los implicados han recibido perdón, esto ocurre únicamente cuando no hay consecuencias mayores. Sin embargo, cuando se trata de la muerte de una figura pública —sea un diputado, alcalde o incluso el presidente—, las autoridades actúan con todo el peso de la ley. Es difícil evitar la prisión cuando se ha dejado evidencia clara de una amenaza previa. Centros penitenciarios como La Victoria, Najayo o el 15 de Azua han recibido personas acusadas por hechos similares, muchos de ellos por no medir sus palabras a tiempo.
Por eso, es fundamental entender que las redes sociales no son un juego. Antes de emitir juicios, insultos o amenazas, es necesario pensar con responsabilidad. Hay que reflexionar sobre el daño que podemos causar no solo a otros, sino a nosotros mismos y a nuestras familias. Las palabras tienen poder, y en un entorno digital donde todo se graba y se comparte, ese poder puede volverse en tu contra.
No esperes estar en una celda o en una situación desesperada para pedir perdón públicamente, decir que te vas a quitar la vida o lamentar tus actos. La mejor decisión siempre será pensar antes de hablar.
Un consejo de conciencia y responsabilidad de Al Instante a Diario.
