La falta de seguridad en Santo Domingo Este: una preocupación creciente
Por Diego Torres
Santo Domingo Este..La Carretera Mella, una de las principales vías de Santo Domingo Este, ha sido escenario de creciente inseguridad, especialmente durante la madrugada, cuando la presencia policial es casi nula. Muchos residentes de esta zona denuncian que la policía no patrulla con regularidad, lo que ha generado un ambiente de vulnerabilidad para los ciudadanos. Algunos indican que el problema podría ser causado por la escasez de agentes disponibles, la falta de vehículos adecuados o incluso la insuficiencia de combustible para cubrir los patrullajes necesarios.
La situación no solo se limita a la Carretera Mella. En varios sectores de Santo Domingo Este, como San Luis, La Caleta, Boca Chica, Guerra, El Naranjo, El Cabreto, El Almirante, La Perla, Villa Liberación y El Tamarindo, se reporta una escasa presencia policial. En contraste, en zonas donde se desarrollan grandes proyectos inmobiliarios y obras de gran envergadura, especialmente aquellas que están vinculadas a empresarios poderosos, se observa una notable presencia de patrullas, incluyendo la intervención de la Guardia Nacional, la Policía Nacional y la Armada.
Muchos ciudadanos sienten que las fuerzas de seguridad se concentran principalmente en proteger a los sectores más adinerados y las grandes corporaciones, mientras que las comunidades más humildes quedan desprotegidas. Esto ha generado un sentimiento de desigualdad y abandono en barrios que, aunque densamente poblados, parecen no recibir la misma atención en términos de seguridad.
El presupuesto de las fuerzas armadas y la policía parece no estar siendo distribuido equitativamente. Si bien es importante garantizar la seguridad en áreas de gran actividad empresarial, no se puede descuidar a la población más vulnerable. Las comunidades más pobres, que no tienen los recursos para protegerse, deben enfrentar altos niveles de inseguridad sin el respaldo de las autoridades. Esta situación ha creado un panorama en el que muchos se sienten desprotegidos, ya que, aunque su único bien sea la vida, pareciera que a nadie le importa si esta se ve amenazada.
Es fundamental que el gobierno, liderado por el presidente Luis Abinader, tome medidas urgentes para resolver esta situación. Una reestructuración en la distribución de patrullajes y recursos podría ser un primer paso hacia una seguridad más equitativa. Los barrios de Santo Domingo Este necesitan urgentemente una mayor presencia de la policía, así como políticas que garanticen la protección de los ciudadanos más vulnerables, independientemente de su estatus económico.